Director: Krzysztof Kieslowski
País: Francia
Género: Drama
La película transcurre en Francia y tiene una estética muy cuidada, con planos lentos y contemplativos. Las imágenes reflejan la cotidianidad y el dolor de la soledad. La música, imponente, exalta con fuerza los sentimientos de la protagonista y se convierte en un personaje más de la historia.
Julie pierde a su hija y a su marido en un accidente automovilístico. Tras ser dada de alta, decide despojarse de toda su vida pasada: vende sus bienes y se muda a un lugar donde nadie la conoce. En ese intento de huida y soledad, comienza lentamente a reencontrarse con el mundo.
Julie Vignon-de Courcy, Olivier Benoit
La película avanza con un tempo lento y reflexivo, pero la belleza de la estética y la fuerza de la música la hacen cautivante de principio a fin.
Julie queda devastada e intenta escapar de todo lo que la une a su pasado. Sin embargo, uno no puede huir de sí mismo: inevitablemente vuelve a conectar con lo que ama —la música, la bondad, lo humano. El amor incondicional de Olivier, un amor paciente, sin exigencias ni apremio, es lo que finalmente la salva y la reconecta con la vida.
Una película única sobre el duelo, narrada con una sensibilidad estética y musical extraordinaria.
Excelente. La encontré profundamente conmovedora: un relato donde el dolor se transforma en belleza, y donde el amor silencioso logra redimir incluso la mayor desesperanza.