Director: Steven Spielberg
País: Estados Unidos
Género: Drama romántico, fantasía
Spielberg construye una atmósfera de lirismo cotidiano.
Los incendios forestales, los reflejos del fuego y el humo se funden con el espíritu del amor perdido: la naturaleza misma parece respirar duelo.
La fotografía de Mikael Salomon tiñe el aire de luz dorada, como si el cielo y la tierra se tocaran.
El tono visual es cálido y melancólico; lo cotidiano se eleva a símbolo.
El vuelo de los aviones, la música, el fuego, todo adquiere una textura de eternidad.
Pete Sandich, piloto apagafuegos, muere durante una misión al salvar a su amigo Al.
Desde el más allá, es guiado por un ser celestial —Hap, interpretada por Audrey Hepburn—, que le enseña que su tarea aún no ha terminado: debe acompañar a un joven piloto, Ted, al que sin saberlo transmitirá su propio espíritu.
Pero el conflicto surge cuando Ted se enamora de Dorinda, la mujer que Pete amó.
Pete, invisible, presencia su amor renacer en otro cuerpo y debe aceptar lo inevitable: que amar también es dejar ir.
Pete Sandich: Richard Dreyfuss
Dorinda Durston: Holly Hunter
Ted Baker: Brad Johnson
Al Yackey: John Goodman
Hap: Audrey Hepburn
Sereno, envolvente, con un tono meditativo.
El relato fluye entre el mundo tangible y el espiritual sin rupturas, como si la muerte fuera apenas una capa más de la realidad.
Cada silencio, cada nota de Smoke Gets in Your Eyes, extiende la emoción sin necesidad de palabras.
El tiempo parece suspenderse en una eternidad luminosa.
El verdadero amor no es posesión, sino entrega y desprendimiento.
La vida continúa, y el amor, aunque invisible, se transforma en guía.
La muerte no corta el vínculo: lo purifica.
La película nos invita a aceptar la pérdida como parte del ciclo, y a entender que el amor auténtico vive en lo que se da, no en lo que se retiene.
Spielberg combina el melodrama clásico con una sensibilidad moderna.
A diferencia de Ghost, donde la emoción domina, Always busca la serenidad del alma que comprende su tránsito.
Audrey Hepburn, en su último papel, se convierte en símbolo de la compasión eterna.
La banda sonora, con Smoke Gets in Your Eyes, une vida y muerte en un mismo acorde nostálgico.
Always me conmovió profundamente.
No tanto por la tragedia, sino por la calma que deja después.
Es un film que enseña que la despedida también es una forma de amor, y que a veces amar significa soltar la mano del ser querido para que siga su camino.
La escena final, con la voz de Pete susurrando desde el aire, me pareció una de las más dulces y tristes del cine.
Una película que no busca hacer llorar, sino reconciliar: con el amor, con el tiempo, con la idea de partir.
Una llama suave que sigue ardiendo bajo el humo del recuerdo.