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Bella de día (Belle de Jour) (1967)

Director: Luis Buñuel

País: Francia

Género: Drama erótico / Psicológico

Estética

La película alterna entre la elegancia burguesa de la vida matrimonial y el mundo clandestino de una casa de citas. Buñuel filma con sobriedad, evitando el exceso visual, pero cargando cada plano de ambigüedad y deseo.

Guion

Séverine, una joven casada con Pierre, un hombre bueno y cariñoso, no logra sentirse atraída por él. Movida por fantasías eróticas y una mezcla de curiosidad y vacío, comienza a trabajar en secreto en una casa de prostitución bajo el nombre de Belle de Jour. Allí se entrega a juegos y experiencias que contrastan con la vida ordenada que lleva con su marido. A medida que se adentra más en ese mundo, la tensión crece, hasta desembocar en un final donde Pierre, sin culpa alguna, queda paralizado tras un atentado.

Personajes

Séverine Serizy (Catherine Deneuve)
Pierre Serizy (Jean Sorel)
Madame Anaïs (Geneviève Page)
Marcel (Pierre Clémenti)

Ritmo

El ritmo es pausado, frío y distante, en sintonía con la manera en que Buñuel aborda lo erótico: sin exaltación, sino con una ironía seca que vuelve las escenas más perturbadoras que excitantes.

Mensaje

La película explora la complejidad del deseo femenino y la disociación entre amor y erotismo. Séverine parece buscar degradación para encontrarse a sí misma, como si necesitara ser tratada como objeto para sentir algo auténtico. Al mismo tiempo, la bondad de Pierre, en lugar de atraerla, la aleja. El desenlace es cruel: el marido, sin haber hecho nada malo, queda destruido, como si el deseo reprimido y la hipocresía social hubieran cobrado su precio. Una especie de inversión de Sade, donde la víctima inocente sufre las consecuencias del juego erótico de otro.

Originalidad

Una obra transgresora, que mezcla surrealismo, erotismo y crítica social, adelantada a su tiempo. Buñuel convierte una historia íntima en una parábola universal sobre el deseo, la represión y la culpa.

Opinión personal

Me encantó. El complejo juego entre lo erótico y lo inocente me atrapó: Séverine cae cada vez más hondo en ese mundo, mientras más rechaza a su marido, que es demasiado bueno para ella. Es como si buscara ser tratada como prostituta, incapaz de reconciliar el amor con el deseo. El final, donde Pierre queda discapacitado sin tener culpa alguna, me pareció demoledor. Una historia digna de Sade, pero contada al revés.
El deseo como un laberinto donde no hay salida sin heridos