Director: Robert Eggers
País: Estados Unidos
Género: Terror / Gótico
La película tiene una estética impresionante: escenarios góticos, atmósfera oscura, una fotografía cuidada y un clima visual que recuerda al expresionismo alemán, pero reinterpretado con recursos contemporáneos. Todo transmite frialdad y desasosiego.
En esta reinterpretación del clásico, Thomas Hutter viaja a Transilvania para cerrar un negocio con el misterioso conde Orlok. Allí descubre la verdadera naturaleza del vampiro y cómo su presencia traerá muerte y peste a la ciudad portuaria donde vive su esposa Ellen.
Conde Orlok: Bill Skarsgård
Ellen Hutter: Lily-Rose Depp
Thomas Hutter: Nicholas Hoult
Knock: Willem Dafoe
La narración es lenta, hipnótica, con una tensión creciente. No busca sustos fáciles, sino sumergir al espectador en una atmósfera opresiva y fascinante.
El film evita cualquier romanticismo: el mal aparece como una fuerza fría, antigua e inhumana. No hay redención ni justificación, solo el horror desnudo de lo siniestro irrumpiendo en la vida cotidiana.
Aunque es una nueva versión de un clásico, Robert Eggers logra darle un sello único: une fidelidad al espíritu original con una puesta visual moderna y sobrecogedora.
Me encantó. La estética es magnífica y el clima frío, casi deshumanizado, me pareció perfecto para retratar al vampiro. Lo que más valoro es que no idealiza el mal ni lo suaviza: lo muestra tal como es, inquietante y devastador.